¿La restauración segura es posible en la era del Coronavirus? La respuesta es sí.

Después de unos meses complicados, poco a poco vamos volviendo a la normalidad. Sin duda, la aparición de la Covid-19 ha cambiado nuestras vidas. Los primeros meses, con el confinamiento, no fueron fáciles. Y, después, muchos de nuestros hábitos se han visto modificados por el miedo y la precaución.

Pero somos seres sociables por naturaleza. Nuestra sociedad está acostumbrada a juntarse con familiares y amigos y pasar un rato distendido. Eso no lo vamos a cambiar. Por esa razón es tan importante adaptar nuestras costumbres a la nueva normalidad. Y es ahí donde el sector de la hostelería juega un papel muy importante.

Hoteles, restaurantes, cafeterías, bares y otros establecimientos deben trabajar duro para ofrecer las máximas garantías de seguridad a sus clientes y trabajadores. Para ganar su confianza deben hacerles sentir cómodos y seguros.

Pero, ¿cómo pueden conseguirlo? Desarrollando e implementando un protocolo de higiene y seguridad propio adaptado a sus características y con unas normas bien definidas y desarrolladas.

En dicho protocolo se deberán incluir, por supuesto, las medidas obligatorias marcadas por la Autoridades Sanitarias, pero también deberán tenerse en cuenta y estudiarse otra serie de directrices o recomendaciones no obligatorias que pueden sumar y completar un desarrollo eficaz del mismo.

Restauración segura: puntos clave

A continuación te ofrecemos algunos de los puntos clave que cualquier establecimiento de restauración debe cumplir para desarrollar de manera segura su actividad:

  • Establecer una rutina de limpieza y desinfección después de cada servicio, tanto de superficies como de utensilios, tanto en la sala o comedor como en la cocina y los baños, siguiendo los protocolos, productos y frecuencias establecidos por las Autoridades Sanitarias. Después de cada limpieza, desechar los materiales y equipos de protección individual de forma segura.
  • Prestar especial atención en la limpieza de determinadas superficies como manillas, pomos… limpiándose más a menudo.
  • En la cocina, a las medidas de higiene personal y a las normas básicas de manipulación que ya existían hasta ahora para evitar la contaminación de los alimentos (lavar y desinfectar siempre que sea necesario los alimentos, las superficies de trabajo y los utensilios, calentar a temperatura suficiente, mantener correctamente la cadena de frío…) se les unen algunas medidas extraordinarias como la delimitación de espacios para mantener el distanciamiento físico entre trabajadores, el uso de mascarillas o la protección de los alimentos hasta que lleguen al cliente.
  • Establecer una zona y unos horarios específicos para la recepción y devolución de mercancías.
  • Reducir el aforo máximo para garantizar la distancia entre personas. Entre los comensales deberá haber 1,5 metros de distancia o establecer barreras físicas como por ejemplo mediante mamparas de protección.
  • Asegurar la óptima calidad del aire, controlando que los sistemas de ventilación funcionen correctamente.
  • Tener disponible un dispensador de gel hidroalcohólico a la entrada y salida del establecimiento.
  • Los trabajadores deben llevar equipos de protección individual así como mascarilla de uso obligatorio. Asimismo, deberán cambiarse su uniforme cada servicio en sala y cada día en cocina.
  • Reducir al mínimo los objetos decorativos a menos que se garantice su desinfección.
  • Digitalizar los servicios de uso común (cartas, comandas…) y eliminar cualquier elemento de uso común como servilleteros, botellas de aceite, saleros…

El cliente también debe aportar su granito de arena

Además de las medidas adoptadas por el establecimiento de hostelería, para garantizar su seguridad es muy importante la implicación del cliente en el cumplimiento del protocolo higiénico-sanitario mediante unas buenas prácticas como:

  • Usar gel hidroalcohólico para desinfectar las manos tanto a la entrada como a la salida del establecimiento.
  • Esperar a ser atendido por los camareros.
  • Mantener la distancia de seguridad con los trabajadores y con el resto de comensales.
  • Llevar puesta la mascarilla hasta que esté sentado en su mesa y siempre que se mueva por el establecimiento (cuando vaya a los aseos, cuando se acerque a la barra…)
  • Intentar, en la medida de los posible, no compartir platos, cubiertos u otros utensilios.
  • Evitar moverse por el local si no es necesario.
  • Además, se aconseja el pago a distancia (mediante tarjeta, con el móvil…) para evitar la manipulación de billetes y monedas.

En Hotel Alfonso VIII tenemos claro que todos estos puntos son fundamentales para convertir nuestros espacios en lugares seguros y para que nuestros clientes vuelvan a disfrutar de nuestras experiencias gastronómicas con toda garantía y confianza.

De hecho, hemos desarrollado unos protocolos específicos tanto para nuestra Cafetería Rey Alfonso como para nuestro Restaurante La Galiana, cada uno de ellos adaptados a las características del servicio, para garantizar la higiene y seguridad de nuestros clientes, nuestros trabajadores y nuestros proveedores.