Soria esconde en su interior un verdadero tesoro histórico-artístico, el conjunto de San Juan de Duero. Se trata de una visita obligada si vienes a la ciudad. La céntrica situación de Hotel Alfonso VIII te va a permitir realizar esta excursión a pie desde el hotel si así lo deseas. Tan sólo tardarás en llegar unos 15 minutos andando.

La ruta además te permitirá contemplar de camino otros puntos de interés de la ciudad. Tendrás que atravesar El Collado, la calle principal de la ciudad. Un poco más abajo te adentrarás en el Casco Antiguo, situado entre los cerros del Mirón y del Castillo y en el que podrás admirar escudos y vestigios de antiguos palacios, el convento del Carmen y las ruinas de la Iglesia de San Nicolás. Un poquito más adelante dejarás a mano izquierda la Concatedral de San Pedro.

El monasterio de San Juan de Duero se encuentra cruzando el río Duero a través del Puente de Piedra de origen medieval, muy cerca del Monte de las Ánimas, lugar en el que discurre la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer, y al lado del antiguo Fielato.

Extramuros de la ciudad, está ubicado al lado del camino con el objetivo de socorrer a los peregrinos en su camino. Antes de acceder a su interior puede uno pararse a contemplar de frente los restos de la antigua muralla de la ciudad y el cerro del Mirón, donde se divisa, a lo lejos, al final del paseo de los Cuatro Vientos, la escultura con las siluetas recortadas de Antonio Machado y su amada Leonor.

 

Conjunto de San Juan de Duero

Se trata de uno de los lugares más emblemáticos de Soria. Un monasterio de la Orden de San Juan de Jerusalén, caballeros hospitalarios, cuya función era defender el puente de entrada a la ciudad junto al Monasterio de San Polo.

Fue construido entre los siglos XII y XIII, por lo que el conjunto es principalmente de estilo románico.

Tal es su belleza y su valor artístico que en 2008 quedó situado en el cuarto puesto del concurso “Maravillas del Románico Español” organizado por la Fundación Santa María La Real, sólo detrás de San Isidoro de León, la catedral de Santiago de Compostela y la catedral vieja de Salamanca.

La Iglesia

Románica de tipo rural, consta de una sola nave con cubierta de madera, presbiterio cuadrado con bóveda de medio cañón apuntado y ábside semicircular cubierto interiormente por una bóveda de horno.

En el siglo XIII los caballeros hospitalarios añadieron dos templetes de estilo oriental que albergan un altar. Parece que podrían responder al rito de la liturgia cristiana oriental.

 

El Claustro

Anexo a la iglesia, además de servir para comunicar todas las partes del monasterio, el claustro fue utilizado para dar sepultura entre los siglos XIII y XV. Curioso es que estaba cubierto con un techo de madera que se quemó.

Es uno de los más originales del románico español por la variedad de influencias de su arquitectura. Las arquerías del claustro se caracterizan por su irregularidad y por la existencia de cuatro órdenes distintos de arcos en cada ángulo, lo que refleja la riqueza cultural del mediterrráneo que traían los caballeros hospitalarios. Destaca la precisión en su talla y labrado.

Después de visitar esta maravilla artística puedes optar por dar un agradable paseo a orillas del Duero e incluso llegar hasta el pueblo de Garray, donde se encuentra el yacimiento de Numancia.

Y otra opción más cercana es cruzar el Puente de Piedra hacia el otro lado y acercarte a visitar la ermita de San Saturio, otro punto de interés turístico en nuestra ciudad. Aquí te damos más detalles.