Si buscas lugares especiales para ver en nuestra provincia, debes acercarte a Monteagudo de las Vicarías. Aunque se encuentra un poco alejado de la capital, a 70 kilómetros hacia el sureste de la provincia, merece la pena su visita. Además, de camino, puedes aprovechar y parar en Morón de Almazán, un pueblo con una plaza de un grandísimo valor histórico-artístico. En nuestro blog le dedicamos un espacio que seguro te resultará interesante.
Monteagudo de las Vicarías pertenece a la red nacional de pueblos más bonitos de España junto con otros tres pueblos de la provincia, Medinaceli, Yanguas y Vinuesa. Todos tienen algo en común, son pueblos con encanto que cuentan con joyas artísticas impresionantes o espacios naturales increíbles que los hacen únicos.
Monteagudo de las Vicarías se encuentra situado en lo que fue tierra fronteriza de la raya, entre los reinos de Castilla y de Aragón. Destaca su recinto amurallado medieval del que quedan algunos restos como la Puerta de la Villa o del Arco, el lugar ideal para comenzar la visita a esta localidad.
Los otros edificios emblemáticos son la iglesia y el castillo. La iglesia está dedicada a Nuestra Señora de la Muela y a ella se llega directamente desde la calle Mayor. De finales del siglo XV, es de estilo gótico. En su fachada consta de una galería de arcos ciegos, reminiscencia del mudéjar aragonés. En su interior destacan el coro, la capilla mayor con su retablo renacentista y la capilla de Santiago.
Junto a la iglesia se encuentra el castillo Palacio de la Recompensa, construido también en el siglo XV y declarado Monumento Nacional desde el año 1949. Destacan sus esbeltas torres con diferentes geometrías: una de planta circular, otra cuadrada y una tercera hexagonal.
Otro edificio interesante de Monteagudo de las Vicarías es la Ermita de Nuestra Señora de la Bienvenida, situada a las afueras. Fue construida en el siglo XVI y consta de una sola nave rectangular.
A menos de tres kilómetros dirección a la localidad de Ariza se encuentran las ruinas del Castillo de la Raya, ubicado en lo alto de un cerro y construido para vigilar los Valles del Nágima y del Jalón. Junto a él, se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de la Torre, iglesia de un posible pequeño poblado junto al castillo.
Embalse de Monteagudo
Una vez en Monteagudo de las Vicarías no puedes dejar de visitar su embalse. Se encuentra a tan solo dos kilómetros y medio del pueblo por la carretera SO-340 dirección Gómara.
Fue construido en 1878, por lo que es uno de los pantanos más antiguos de España y se reacondicionó durante la década los ochenta. Posee un gran valor natural, de hecho, está catalogado como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).
El embalse de Monteagudo de las Vicarías es uno de los mayores humedales de la comunidad, un importante punto de paso de aves migratorias sobre todo en los meses de septiembre y de marzo. Posee un observatorio de aves accesible a personas con movilidad reducida y un mirador en la zona alta del pantano que merece la pena visitar. Hay una ruta circular de algo menos de 7 kilómetros muy interesante para los amantes de la observación de aves.
Desde Monteagudo de las Vicarías puedes acercarte también a Santa María de Huerta y ver su extraordinario monasterio, a Somaén, un pequeño pueblo situado en medio de roquedales arcillosos por el que podrás pasear entre sus estrechas y empinadas calles o, incluso, llegar hasta Medinaceli, una villa con un casco histórico de extraordinario valor, además de su más reonocible monumento, su arco romano de tres vanos, lo que lo convierte en “único en su especie”.